Varias cuevas del Tramo 5 Sur del Tren Maya, que va de Playa del Carmen a Tulum, han sido rellenadas parcialmente durante las obras que avanzan aceleradamente.
Y su paso, se encuentra avasallando a una selva plagada de ríos subterráneos, cenotes y especies endémicas de flora y fauna.
En un recorrido realizado por el trazo de uno de los proyectos insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, EL UNIVERSAL constató el caso de Dama Blanca y Yorogana.
Se trata de cavernas que se ven sin vegetación y a punto de ser tapadas completamente por las máquinas. Que realizan trabajos de nivelación del terreno para colocar pilotes, pues ahí se proyecta levantar una estructura elevada para el paso del tren.
Un año atrás, en una visita al Tramo 5 Sur, biólogos y ambientalistas advirtieron que el segundo sistema de cuevas, cenotes y acuíferos subterráneos más grande del mundo, que corre bajo dicho tramo, estaba en peligro de quedar sepultado parcial o totalmente.
Esto por la nivelación del terreno. Lo que implicaría pérdida de vestigios arqueológicos y ecosistemas únicos que configuran un ensamble que, al alterarse en un punto, impactan el resto.
Calculan 100 cuevas impactadas por trazo de Tren Maya
Espeleobuzos y biólogos calculan un promedio de 100 cuevas impactadas en dicho trazo. 15 de ellas son de grandes dimensiones, “casi gigantes”.
Por su parte, 25 son más chicas, al menos cinco son semiinundables, En tanto, otras 15 que, aun estando fuera de la ruta, se comunican entre sí por pasajes subterráneos, menciona en entrevista Elías Siebenborn.
“Arrasan con grandes extensiones de selva, matan todos estos árboles, pican el suelo. Obtienen este material pétreo, lo dinamitan si es necesario y este mismo material que quitaron de la selva lo utilizan para rellenar los cenotes, para construir el terraplén por dónde pasará este tren”, denuncia.
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