De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), la dependencia del maíz extranjero en México pasó de 31% en 2016 a 39% en 2022.
Por ello, el GCMA alertó que impedir la importación de maíz genéticamente modificado cuya prohibición está prevista para 2024, lo cual ha generado tensión con Estados Unidos aumentaría el precio de este grano y los costos logísticos.

El GCMA precisó que el principal proveedor de maíz no transgénico es Ucrania, con una disponibilidad para mercados externos de 15.5 millones de toneladas.
Raquel Buenrostro, secretaria de Economía, adelantó que si el maíz transgénico pasa los filtros sanitarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) podrá ingresar al país.
Asimismo, añadió que con esta acción y un decreto que será publicado próximamente se atenderá la inquietud del gobierno y sector privado estadounidense.
Por otro lado, un peticionario de identidad reservada presentó una queja contra México por el daño ambiental que ocasiona la producción de aguacate.
Según la petición SEM-23-002 ante la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte, México incumple la protección de recursos hídricos y forestales.
México no cultiva maíz transgénico y el gobierno mexicano emitió un decreto el 31 de diciembre de 2021 donde establece que el maíz genéticamente modificado para consumo humano será eliminado a más tardar el 31 de enero de 2024, aunque ha propuesto otorgar un año más de plazo, sin hacerlo oficial.
Finalmente, Estados Unidos es el principal mercado tanto para las exportaciones como para las importaciones. México importa la mayor parte de los productos agropecuarios bajo regímenes preferenciales, sobre todo los productos que provienen de Canadá y Estados Unidos.