El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó este lunes 3 de abril implementar políticas de endurecimiento fiscal para ayudar a bajar la inflación.
«El endurecimiento fiscal es apropiado en muchos países porque las deudas públicas son elevadas. Y porque con una alta inflación se logrará reducir la demanda en la economía. Y, por lo tanto, se reducirán las presiones inflacionarias», apuntó en una charla con medios Paolo Mauro, director adjunto del departamento de asuntos fiscales del Fondo.
Con esto, añadió, «se reduce la necesidad de que los bancos centrales aumenten tanto las tasas de interés». «Por supuesto, es probable que los bancos centrales aún tengan que seguir aumentando un poco las tasas de interés. Pero no tanto como en ausencia de restricciones fiscales», agregó
El organismo adelantó este lunes un capítulo de su Monitor Fiscal, en el marco de las reuniones de primavera que celebran en Washington el FMI y el Banco Mundial.
Con el título «Inflación y desinflación: ¿Qué papel tiene la política fiscal?«, un equipo de analistas del FMI, analizan el impacto de la inflación en las finanzas públicas. Son dirigidos por Marcos Poplawski y Carlos Gonçalves. Asimismo, ofrecen una serie de recomendaciones para bajar los precios.
El consejo principal, el mencionado endurecimiento fiscal, aunque acompañado de «transferencias de efectivo específicas a los grupos más vulnerables de la población», precisó Mauro.
«Si uno brinda ese apoyo específico, no solo amortigua los efectos sobre el consumo de los pobres. Sino que también amortigua los efectos sobre el consumo general de la economía, por lo que es una buena decisión combinar la política fiscal y la política monetaria», agregó.
Cuando los bancos centrales actúan solos, sin el apoyo de la política fiscal, necesitan aumentar sustancialmente las tasas de interés para combatir la inflación, señala el informe.
Con base a encuestas públicas, FMI encontró que la inflación desde mediados de 2021 hasta mediados de 2022 impactó a las personas a través de tres canales principales. Los cuales son: su patrón de consumo, los ingresos de sus salario, las pensiones o transferencias y sus activos y pasivos.
El efecto fue más pronunciado en los países de bajos ingresos. Mientras que la inflación erosionó los ingresos reales en los países importadores de materias primas.
Con información de Agencia EFE-
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