Revertir la crisis climática y reducir las emisiones contaminantes para 2030 en México requiere actualizar el modelo de transición. Así como identificar los riesgos y brechas existentes para abordarlo de una manera más seria, profunda y crítica, coincidieron ayer jueves 11 de mayo expertos ambientalistas.
Así lo indicó Marcela Jaramillo, asociada senior de 2050 Pathways Platform en el taller «Visualizando el camino hacia Emisiones Netas Cero 2050 para México». El evento se enmarcó en la Iniciativa Climática de México (ICM).
Jaramillo recordó que los compromisos mexicanos con la transición energética se inscribieron desde 2016 en la Conferencia de las Partes (COP) de las Naciones Unidas.
En noviembre de 2022, México anunció compromisos que aumentan la ambición de su Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC) de 22 % a 35 %. Esto en la reducción de gases contaminantes al 2030 con recursos propios.
Además, estableció una meta condicionada a mayor apoyo de la comunidad internacional de 36 % a 40 %. Y un objetivo de largo plazo de emisiones netas cero en 2050.
La especialista destacó que una hoja de ruta para el cambio climático debe actualizarse de manera periódica. A fin de que no “sea un elemento que se hace una vez y se queda estático”.
En este sentido, Jaramillo sostuvo que deben de permitir que se incorpore “la mejor ciencia y la mejor información que vayamos obteniendo para poder tener una toma de decisión informada en el tiempo”.
El Gobierno mexicano asumió desde 2015 una meta de mayor uso de plantas renovables y limpias con la publicación de su Ley de Transición Energética. Así como en el Acuerdo de París, con el objetivo de que para 2024 el 35 % de su matriz energética provenga de fuentes verdes.
Con información de Agencia EFE.
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